martes, 13 de mayo de 2014

EL APELLIDO QUINGNAM EN HUANCHACO

EL APELLIDO QUINGNAM EN HUANCHACO
 Publicado en Perspectivas Latinoamericanas N° 10 Año 2013. Pag. 47 - 55


PERCY VALLADARES HUAMANCHUMO



Introducción
Mucho se habla de los apellidos oriundos u originales del pueblo de Huanchaco,sindicándolos con las familias que se dedican a la actividad pesquera en balsilla de Totora, pero no se habla sobre sus orígenes.
Este es un breve ensayo, que no es un trabajo terminado, pudiendo en el futuro ser corregido o aumentado, debido a la escasa información existente sobre ello.
Existe un desconocimiento general sobre los orígenes de los apellidos de las familias de Huanchaco,
así como errores populares de sindicar un apellido español como originario (tal vez su descendencia
sea originaria de Huanchaco pero el apellido varió en determinada época y por diversas circunstancias).
Existen muchos apellidos de origen quingnam en Huanchaco, pero uno solo descendiente por línea directa de los antiguos y legendarios gobernantes de la mítica cultura Chimú fundada por Taykanamo: Huamanchumo.
En el presente trabajo se dan algunos supuestos y versiones orales (que son válidas mientras no se demuestre lo contrario) que habría que investigar y ahondar más con la finalidad de esclarecer más estas páginas de la historia de nuestro pueblo: Huanchaco.

El apellido quingnam en Huanchaco

La antroponomástica del mundo indígena Chimú pertenecen a la desaparecida lengua Quingnam, que en opinión de Jorge Zevallos Quiñones no hay (o no sabemos distinguir) resto alguno.
Sabemos que el modo de hablar de la Sociedad Chimú desaparece casi totalmente a fines del siglo
XVI (salvo por algunos rezagos que continúan siendo utilizados en el área geográfica donde se
desarrolló: apellidos, nombres de lugares, de aparejos de pesca, de herramientas agrícolas, de
animales, de mariscos y moluscos, de usos y costumbres). De esta catástrofe idiomática, aún
sobreviven algunos apellidos familiares, últimos representantes de una inmensa riqueza nominal
precolombina: (Chayhuac,Asmat,Suy Suy, Huamanchumo ,Chinchayán ,Aznarán,etc.)
Como últimos herederos de la estirpe gobernante fundada por Taykanamo, sólo queda un apellido: Huamanchumo, del que nos ocuparemos luego.
Zeballos Quiñones anota que “hacia 1593 era un gran Centro Quingnam la Caleta de Huanchaco”
(Onomástica Chimú-Publicado por la Fundación Alfredo Pinillos Goicochea-Trujillo 1993: 2)
aunque en ese entonces ya había muchos apellidos de raigambre chimú cambiados o modificados
por sustantivos españoles.
Los apellidos no son solo una herencia de nuestros antepasados, también tienen su significado.
Antes de ser utilizado como tales, eran solo nombres o sufijos propios de determinado personaje y
que luego se convirtió en apellido ya con la dominación española y la enseñanza del evangelio por
parte de los religiosos de la conquista.
En el Siglo XVII los apellidos más utilizados en Huanchaco eran Arroyo, Ayala, Beltrán,Bello, Celada, Cervantes, Chacón, Chávez, Deza, Flores, García, González, Gordillo, Gudiño, Leyton, Mendoza, Montesinos, Morales, Morel, Mora, Navarro, Palacios, Prieto, Ramos, Rivera, Román, Segura, Silva, Valerio, Vanegas o Venegas.
A pesar de la hispanización del apellido y del mestizaje de varios siglos, en el siglo XIX, en Huanchaco aún subsisten algunos apellidos de origen chimú: Huamanchumo ,Piminchumo, Anhuamán, Cumpa, Aznarán, Chilmasa, Chinchayán, Lacherre, Sachún, Ucañán, Urcia.
A partir del siglo XX, los apellidos considerados oriundos que se conservan en Huanchaco son Huamanchumo,Piminchumo, Anhuamán,Lacherre, Chilmasa, Sachún, Ucañán,Urcia,Leyton.
Si bien es cierto, muchos de los apellidos consignados en los anexos ya han desaparecido o están en
proceso de extinción, sin embargo, algunos han subsistido a todo pronóstico y sus descendientes
han sido muy prolíficos, evitando con ello la desaparición de los mismos.
Si analizamos, durante la era chimú, al nacer todos recibían un nombre para toda la vida al que no se le puede considerar apodo, costumbre que empieza a desaparecer a finales del Siglo XVII bajo la influencia de los religiosos doctrinarios que establecieron la patrilinealidad en los bautizos.
Si a ello sumamos, la idea de falsa moda de asemejar los sufijos chimú a los apellidos españoles o la
de cambiarse el nombre indígena por un nombre y apellido español (algunos tomaban el apellido
del repartidor o corregidor español, por ejemplo, al Capitán Diego de Mora le tocó “heredar” como
conquistador, la zona de Huanchaco y muchos indígenas adoptaron como Mora su apellido); es
lógico suponer y hallar registrado una disminución tremenda de los sufijos chimús durante estas
épocas.
Ya el Inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales de los Incas ([1609] 1980) manifiesta que “Deste paso y de otros muchos que apuntaremos, se puede sacar lo mal que entienden los españoles ese lenguaje, y aun los mestizos, mis compatriotas, se van ya tras ellos en la pronunciación y en el escribir, que casi todas las dicciones que me escriben desta mi lengua y suya vienen españolizadas, como las escriben y hablan los españoles, y yo les he reñido sobre ello” (1980: II, 174).

El uso de la sílaba fonética repetida es regla de la lengua quingnam (Suy Suy, Muy Muy, Cin Cin, etc.) El golpe fonético es por sílabas independientes: Efam Chem Mo, Fac Cuy, Chay Chay,etc.
Sin embargo, cincuenta años después de la llegada de los españoles a Trujillo del Perú, esta costumbre se anula y todos los nombres se escriben de corrido sin separación silábica. También los escribanos en el Siglo XVII comienzan a alterar el uso de la “Z” con el de la “S”.
Los sufijos de data chimú se siguieron usando: Namo, Chumo (Chum) y otros cuyas grafías terminan en An, Ran, Ef, El, Is. El término “An” en realidad era “Am”.
Tal vez algunos otros apellidos de origen quingnam también fueron modificados para asemejarse a los apellidos españoles con la finalidad de obtener quizás algunos beneficios aún desconocidos para nosotros o sencillamente fueron confundidos por los mismos hispanos al no poder pronunciar ni escribir la lingüística quingnam: Aguirre (probablemente Achirre); Anhuamán (Anguaman), Asnarán (Asnaram), Lacherre (Lachere), Sachun (Sachum), Ucañán (probablemente Ucañay), Leyton (probablemente Lluyton).


El apellido Huamanchumo

El origen de este apellido aparece por vez primera registrado en la Historia Suscinta de los Chimú
publicados en la Crónica Anónima de 1604.
Según esta, el 12° gobernante -descendiente directo de Taykanamo, fundador de esta cultura-
fue Chumun Caur (hijo del célebre Minchancaman - quien según la Crónica Anónima, fue obligado
a casarse con una hija del 9° Inca Pachacutec y hermana de Tupac Yupanqui- y Chanquirguanguan).
Quizás quien escribió la Crónica Anónima también incurrió en los mismos errores gramaticales y el
nombre de este Gobernante sería con silábas independientes y toques fonéticos quedando así: Chum
Um Caur (los tres son sufijos netamente quingnam).
El hijo de Chum Um Caur (del cual nos ocupa este análisis) y heredero del trono, según la tradición debió llevar el nombre del padre: Chum, anteponiéndole el sufijo inca (cultura invasora): Guaman.
Este 13° Gobernante chimú pasó a llamarse Guaman Chum, que con el tiempo el sufijo quingnam
varía de Chum a Chumo (Guaman chumo) y más tarde el supuesto sufijo inca varía de Guaman a
Huaman (Huaman chumo). Ya sin separación silábica este apellido queda consignado por los
cronistas y escribanos como Guamanchumo o Huamanchumo.
Zeballos Quiñones afirma que “casi toda la nobleza chimú mantenía a fines del Siglo XVI,y sus descendientes posteriormente, el término “Huaman” (¿Guamang?) precediendo a su nombre de
lengua quingnam. Este mixto tan público hace pensar en que el “Huaman” trujillano tenga quizás
algún posible parecido fonético con un propio vocablo monosilábico yunga, que podría ser
Guamang.”
Guaman Chum tiene como hijos a Ancocoyuch, Caja Cimcim, Calli y Chambinamo y continua tributando al Inca hasta la llegada de los españoles (Los dos primeros se convertirían luego en XIV y XV Gobernantes).
“Para mantener el grado sanguíneo de la casta real chimú, estos se unían entre parientes, costumbre
hallada por los Incas y que prohibieron bajo pena de ser sacrificados. Debido a ello, y como un acto
de rebeldía hacia el Inca invasor y de conservar la descendencia de Taykanamo, muchos miembros
de la nobleza Chimú huyen hacia otros lugares y se ocultan cambiándose el sufijo Inca (manteniendo el quingnam) dando por resultado muchas variantes del Guaman chum: Pimin Chum; Bimin Chum; Guascan Chum; Perbin Chum ;Pinco Chum; Pisbi Chum; Pistin Chum;Pix Bin Chum; Tanta chum; Vazcan Chum; Xinan Chum;etc.” (Versión oral de don Pablo Huamanchumo Asmat, 2010.)
En época colonial (Siglo XVII) los sufijos se estabilizan y pierden la separación silábica, y muchos de ellos van desapareciendo a medida que todo se va españolizando (varían de quingnam a español) transformándose estos en nuevos: Leyton, Arroyo, Gordillo, Venegas o Vanegas, Segura, Díaz y otros.
En la actualidad, son pocos los apellidos de origen quingnam que se observan en Huanchaco, siendo
el más antiguo y puro, indudablemente HUAMANCHUMO y el más prolífico en descendencia:
existen descendientes diseminados por todo el territorio peruano y en el extranjero (Francia, Estados
Unidos, Argentina, Chile, Venezuela, Alemania, Inglaterra, etc.).
Los descendientes de Guaman Chum han sido fundadores de otros pueblos pesqueros de la costa
peruana (Santa Rosa, San José y Pimentel en Chiclayo; Los Chimus en Chimbote; etc.); han estado
presentes en la Compañía de a Caballo de los Naturales en el Pueblo de San Salvador de Mansiche
en 1686; En las Milicias de Huanchaco en 1686; en las luchas contra los piratas para evitar que
invadan la ciudad de Trujillo durante la Colonia ; en la lucha por la Independencia del Perú con
Simón Bolívar y José de San Martín; en la Guerra del Pacífico a bordo del glorioso “Huáscar” junto
al héroe marino Miguel Grau; presentes en la Revolución de Trujillo de 1932; representándonos en
el Congreso de la República (como Congresistas y Asesores); Escritores, Empresarios, Religiosos ,etc.
En suma, desde Guaman Chum hasta nuestros días el apellido no solo se conserva sino que ha sido
baluarte de grandes transformaciones locales y nacionales.


ANEXO 1: APELLIDOS QUINGNAM EN HUANCHACO

ACSIÑAN Huanchaco 1593 (Asiñan)
ACHIRRE Huanchaco 1825
AMRA Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
ANSUL Huanchaco 1825 (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
ARCAM Huanchaco 1720 (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
ASIÑAN Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y  Huanchaco, 1593)
ASMO Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
ASNARAN Huanchaco Siglos XVII y XVIII: Asnaram
AUTURAN Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
AXACPEC Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
BACON Huanchaco Siglo XVIII (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
BALCETERAN Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
 ¿BAECETERAN?
BANZUR Huanchaco Siglo XIX Bansur, Balsur
BESMERAN Huanchaco Siglo XVI (Archivo Departamental de Trujillo, Judicial leg. 236 cuad. 2147)
BEYNAN Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
BIMINCHUMO Huanchaco Siglo XVIII (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
CACHAY Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
CAERAN Huanchaco Siglo XIX (Archivo Parroquial del Sagrario deTrujillo)
CALLAVAN Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco,1593)
 CALLAGUAN.
CALLI Prehistórico Hijo del Rey Chimú Guaman Chum
CAPO Huanchaco Siglo XVIII
CASISOL Huanchaco 1733.
CEZMERAN Huanchaco 1593 CISMERAN
CITARAM Huanchaco 1593
CIPCA Huanchaco 1642 (Archivo Departamental de Trujillo ,Judicial leg 19 cuad. 1188)
COLLIQUE Huanchaco 1756 (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
CONAC SACHUM Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
COXNONO Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
CUCHAY (fem.) Huanchaco 1609.
CUMPA Huanchaco 1859 (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
CURCIPIAN Indio mayor de setenta años en 1587, de Huanchaco (Autos por tierras de CAMPAN, Valle de Moche, 1587.
CUSCO Huanchaco 1750 (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
CUY CUY Huanchaco 1593 (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
CUYLAY Huanchaco 1593 (“Memoria de los Yndios Tributarios deste pueblo de Guanchaco que son
 los siguientes del t° de Navidad de 1593”).
CHAICAP Huanchaco Siglo XVIII.
 CHANBINAMO Prehistórico hijo del Rey Chimú Guaman Chum.
CHANCAF Huanchaco 1686.
CHANDUY Huanchaco 1686.
CHANCONAN Huanchaco 1593.
 Chanconan, Don Gabriel – Maestre de Campo del Batallón deNaturales de la Ciudad de Trujillo 1768 (protoc. Sandoval Fol.471)
CHANQUER Huanchaco 1587 (Autos por tierras de CAMPAN, Valle de Moche, 1587).
CHARCAPE Huanchaco Siglo XVIII (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
CHAPO Huanchaco 1593.
CHAYAN Huanchaco 1600. (fem.) Huanchaco 1609.
CHECVENAC Huanchaco 1593.
CHICMASS Huanchaco 1745 y 1777 (Archivo Parroquial del Sagrario deTrujillo)
CHIGNE Huanchaco 1764.
CHINCACH Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
CHILMASA Huanchaco 1750, (Archivo Parroquial del Sagrario 1880, 1900 de Trujillo)
CHINMASA Huanchaco 1686.
CHINCHAYAN Huanchaco 1689.
CHISNAM Huanchaco 1593.
CHIZMAN Huanchaco 1593.
CHONAN Huanchaco 1593.
CHUC (Fem.) Huanchaco 1609.
CHUM Chimo Siglo XVI, luego sufijo CHUMO.
CHUMBI Huanchaco 1593.
CHUQUISIBAN Huanchaco 1752.
CHUQUIPODAN Huanchaco 1752 (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
CHUMO Huanchaco Siglo XVIII.
CHUMOCHILE Huanchaco 1686 (Lista de los tributarios del Pueblo de Guanchaco,1686).
ENMONCHIC Huanchaco 1593 (Protoc. Mata Fol. 539 v).
ENMON Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
ENMOÑAN Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
GINMARAN Huanchaco 1596.
GONMACHE Huanchaco 1563.
GUACHAR Huanchaco 1563. (Art. Lohmonn Villena, Revista Histórica, 1985).
 GUACHARAN.
GUAMAN Huanchaco 1593.
GUAMAN CHUM Prehistórico XIII Gobernante Chimú.
GUAN CAO Huanchaco 1593.
GUAMBAO Huanchaco 1593.
GUANAIZ D. FELIPE Cacique principal de Huanchaco, edad de 40 años en 1563, ladino, con hijos . Testimonio (Incompleto) de los autos para la restitución a los indios del repartimiento de Chicama hecha por
 los albaceas del Capitán Diego de Mora,Trujillo 1562-1563 (Traslado del siglo XVIII,12 folios).
GUANSUR D. Felipe: Principal de Huanchaco,1563. Huanchaco 1686.
GUANCHURAN Huanchaco 1593.
GUASCAR PEC Huanchaco 1593.
GUAYLUPO Huanchaco siglo XVIII
GUAXQUIRAN Huanchaco 1609.
GUAZCAT Huanchaco 1593.
GUASCATE siglo XVIII (Archivo Parroquial del Sagrario de Trujillo)
GUAZEMOJIC Huanchaco 1593.
GUEMCHURAN Huanchaco 1593.
INAPINCO Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
INARAN Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
ISPICH (Fem.) Huanchaco 1686.
ISPICHAN Huanchaco 1593.
LACHERE Huanchaco siglos XVIII (Archivo Parroquial del Sagrario de y XIX Trujillo)
MACHANAM Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
MAJUCHIQUE,Pedro Mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro.Trujillo 1617.
 (Archivo Departamental de Trujillo, Judicial leg. 236 cuad. 2147)
MAXO Huanchaco 1616.
MAXUCHEQ Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y
 Huanchaco, 1593)
54 PERSPECTIVAS LATINOAMERICANAS NÚMERO 10, 2013P.VALLADARES: APELLIDO QUINGNAM , HUANCHACO
MECARAN Huanchaco 1593. MECRARAN.
MECHERAN Huanchaco 1593.
MECHCO Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
MESCUQUERAN Huanchaco 1593. (Padroncillos de Mansiche y Huanchaco, 1593)
MINO Huanchaco 1686.
MIS Huanchaco 1593 (“Memoria de los Yndios Tributarios deste pueblo de Guanchaco que son
 los siguientes del t° de Navidad de 1593”).

Bibliografía

CRÓNICA ANÓNIMA
 Historia Suscinta de los Chimú publicados entre 1604-1610.

GUAMAN POMA DE AYALA, Felipe
 1598 - La Primera Nueva Crónica y Buen Gobierno, el Reino de las Indias 1616

HUAMANCHUMO DE LA CUBA, Ofelia
 2004 Onomástica Huamanchumo, escrito publicado en el blog “Café con Letra” En:
 La Revista Andina de Cultura Sieteculebras N° 18 (jul-set ), pp. 36-39.

HUAMANCHUMO ASMAT, Pablo.
 2010 Versión oral (Archivo del autor).

VEGA, Garcilaso de la, el Inca
 1980 Comentarios Reales de los Incas, II, 174. [1609]

VALLADARES HUAMANCHUMO, Percy.
 2010 ¡Guaman Chumun vive..!, blog del mismo nombre publicado en blogspot.com

ZEVALLOS QUIÑONES, JORGE.
 1993a Onomástica Chimú. Trujillo: Fundación Alfredo Pinillos Goicochea.
 1993b Toponimia Chimú. Trujillo: Fundación Alfredo Pinillos Goicochea.


Casa de la Cultura y Turismo del Distrito de Huanchaco, Perú.

lunes, 7 de septiembre de 2009

I ENCUENTRO DE DESCENDIENTES HUAMANCHUMO

Esta primera reunión nace por el entusiasmo desplegado por algunos descendientes de don Manuel Huamanchumo Cumpa, sus nietos: Milagros Huamanchumo Villacorta, Manuel Huamanchumo Polo y Percy Valladares Huamanchumo.
La intención primera fué la de reunir a la familia en torno al abuelo Manuel.  En ella, participaron un promedio de 86 personas ligadas familiarmente a don Manuel y otras 15 con parentezco no directo. En esta primera y grata experiencia, se recuperó algo de Historia del Apellido Huamanchumo, se hizo algo de genealogía, se compartió breves momentos de literatura y canto; y se pudo registrar algunos cuentos.
Fué una reunión sencilla en la que se departió con alegría el momento del reencuentro familiar, fué el primer paso para concretar lo que luego se convertiría en un gran proyecto Etnológico, que ahora está en marcha.
Sirvió para comunicar a los demás descendientes del XIII Gobernante Chimú , que esa unión que antaño se exhibió, no se había perdido.Que era posible volver a reencontrarse, claro está, que ahora con el tiempo, la descendencia ha sido prolífica y muchos de ellos aún no se conocen.
Pretendemos compartir información sobre su onomástica, historia, cuentos, leyendas, tradiciones, costumbres y otros que engrandecen a la cultura peruana. Este evento, además, creo no equivocarme, que en un lapso corto de tiempo, se convertirá en una gran fiesta cultural que impulsará aún más, el Turismo en la Región La Libertad.
Para esta segunda Reunión, los objetivos propuestos son los de Instutucionalizar dos fechas concretas:
  1. Una anual,un solo día,  en la que cada delegación desarrolle la reunión por separado, rescatando datos y otros.
  2. Una cada dos ó tres años (se fijará por los presentes) para la Reunión grande, que dure una semana para que cada delegación pueda volcar todo lo que pudo recuperar el ó los años anteriores (historia,danzas,literatura,gastronomía,etc), así como realizar actividades conjuntas.
Asimismo, se formarán las Delegaciones por lugares geográficos, las mismas que se manejarán de manera autónoma, sin centralismos. A continuación pueden observar algunas de las diapositivas de la I Gran Reunión:
Para informes y comunicaciones, pueden dirigirse a este blog ó escribir a Percy Valladares Huamanchumo a los e-mail: ruso240762@gmail.com, kulturhuanchaco@gmail.com , bibliohuanchaco@gmail.com

jueves, 3 de septiembre de 2009



Ofelia Huamanchumo De La Cuba


El presente artículo fué escrito por Ofelia Huamanchumo de la Cuba,de Profesión: Filóloga en su blog "CAFÉ CON LETRA" publicado en blogspot ( Nota: Este artículo fue publicado en la Revista Andina de Cultura Sieteculebras, Nr. 18,(jul-set 2004), 36-39.. )Nació en 1971 en Lima, Perú. Ahí creció y vivió. A los treinta se muda a Munchen-Bayern- Alemania, donde ahora reside, dedicada a la investigación académica y al teatro en español. Aquí, Ofelia vislumbra los orígenes del ancestral nombre "Huamanchumo", permitiéndonos dar una ojeada a la parte histórica del mismo. Siendo de gran importancia para los descendientes de Guaman-Chumun y para quienes estudian esta parte importante de la identidad peruana, re-edito aquí, sin modificación alguna, el artículo completo que tiene mucho más valor por cuanto fué escrito por una descendiente Huamanchumo.Más adelante, ahondaremos sobre el tema, ampliando la valiosa información proporcionada por Ofelia en su blog .
Nota: El artículo anterior ha sido suprimido por la versión corregida y aumentada de la autora, la misma que brindamos íntegra a los lectores.


Frisos de Chan-Chan

 


Tintero Indiano – Tintero Indiano – Tintero Indiano – Tintero Indiano
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Lenguas, apellidos e identidad en el Perú.


Ofelia Huamanchumo de la Cuba

Ludwig-Maximilians-Universität München


0.         La Antroponimia es una de las ramas menos atendida de la Onomástica en los estudios de las ciencias humanas en el Perú, a pesar de que tanto como la Toponimia – sobre la que sí existen significativos estudios – puede proporcionar no sólo datos decisivos para la Lingüística histórica, sino complementar los fundamentos de otras disciplinas que investiguen las interrelaciones entre cultura y sociedad. Esta nota pretende así animar los estudios en esa dirección y aperturar nuevas perspectivas en el debate respecto al rol que cumplen las lenguas en la construcción de las identidades nacionales.


1.         A la luz de un ejemplo concreto.
El nombre a analizar es un apellido de claro origen prehispánico: ‘Huamanchumo’, en torno al cual se tiene una documentación significativa, como es el caso de muchos otros apellidos peruanos, cuyos orígenes y transformaciones lingüísticas se prestarían a una investigación seria.

1.1       En primer lugar, se tiene un indicio muy esclarecedor: el apellido peruano que quiero estudiar es actualmente un nombre propio poco común en el territorio del Perú; la mayoría de familias peruanas que lo lleva es de ascendencia trujillana, de la capital del departamento de La Libertad, y oriunda del distrito costeño de Huanchaco, con sus pescadores que hasta hoy conservan la tradición de las balsas conocidas como ‘caballitos de totora’. Este dato facilita el inicio de la revisión bibliográfica, pues remite rápidamente a una zona con un pasado significativo en la Historia del Perú[1].

1.2       Se sabe que muchos de los cronistas de los siglos XVI y XVII coincidieron en afirmar que sobre la actual ciudad de Trujillo, en la costa norte del Perú, existió el Reino Chimú, que ejerciera señorío desde su capital Chan-Chan. Así, por ejemplo, Pedro Cieza de León escribe: “[1553]: el valle de Chimo, ancho y muy grande, y adonde está edificada la ciudad de Trujillo. Cuentan algunos indios que antiguamente, antes que los Inkas tuviesen señorío, hubo en este valle un poderoso señor a quien llamaban Chimo, como el valle se nombra agora...” (1985: 278);  mientras que Miguel Cabello Valboa afirma: “[1586]: ...y los Yndios yungas (que ansi llaman a los que habitan en tierras calientes y llanos de este Piru) porque en el valle de Chimo estaba un importuno contendor de sus disinios llamado Chimo Capac...” (1951:319) y el Inca Garcilaso de la Vega: “[1609]: ...un gran señor llamado Chimu, que era señor de los valles que hay pasada la barranca hasta la ciudad que llaman Trujillo” (1980: II, 183).
Por su parte, en estudios más modernos, Eugen F. Mayer menciona nombres encontrados en distintos mapas referidos al lugar en cuestión: “Candia [1535], Canchan [1536], Chimo [1572], Chanchan [1620], Cymor [1644], Chanchan [1763], etc.” (1982:3). Gracias también a las investigaciones realizadas por Ernst W. Middendorf se puede señalar que la actual ciudad de Trujillo era la que llevaba aquel nombre chimú, pues en el pueblo de Etén – la única población que hasta inicios del siglo XX conservó su antigua lengua aborigen[2] – se seguía llamando chimorr a la ciudad de Trujillo, “de donde se ha formado la palabra chimú debido a la pronunciación descuidada de los españoles” (1959: 122).

1.3       Sobre los orígenes históricos de aquel Reino Chimú se conoce lo que un único autor dejara en su Crónica anónima de 1604-1610, donde se mencionan los antropónimos de algunos gobernantes:
 1°       Tacaynamo.
 2°       Guacri Caur (hijo de Tacaynamo).
 3°       Nañcenpinco  (hijo de Guacri Caur).
 4°, 5°, 6°, 7°, 8°, 9° y 10° (gobernante sin nombre                                  citado).
11°      Minchançaman  (ocurre la Invasión Incaica).
12°      Chumun Caur (hijo  de  Michançaman  y Chanquirguanguan, su madre, hija de Topac Yupanqui).
13°      Guaman Chumu (“...este Chumun caur tubo un hijo llamado Guaman Chumu...” / ocurre la Invasión Española).
            14°      Ancocoyuch ( “...lo sucedió Ancocoyuch, su                                            hijo...”).
            15°      Caja Cimcim (hermano del anterior; también                           Martín Caja Cimcim).
            16°, 17°, 18°, 19°, 20° Caciques coloniales (no se da                              nombres).
               21°   Antonio Chayguar (1604), (“Don Antonio Chayguar que oy vive y es cacique deste valle de Chimor” ),  (Kauffmann Doig 1979: 438).

La lectura detenida de estos datos permite subrayar dos puntos. Primero, el hecho de que se señalen los primeros tres gobernantes sobre una base mítica tiene su explicación en la intención de legitimar un origen legendario como verídico. Segundo, el vacío de información entre el cuarto y el décimo descendiente se explica por el afán de legitimar también el paso de información de datos míticos a datos concretos, basados en la historia, conservada a través de diferentes medios mnemotécnicos, de los indígenas que lo narraron al cronista durante la primera década del siglo XVII, fecha en que se registran los datos.
Por otro lado, se observa que los incas conquistaron a los chimúes cuando Michançaman estuvo a la cabeza del Reino Chimú, a quien los incas – siguiendo sus propias costumbres – le obsequiaron una mujer de la realeza. Es así como se podría explicar que el siguiente gobernante chimú, Chumun Caur, no fuera denominado con el apelativo real de Inca, pues su parentesco con la cultura dominante incaica no era vía paterna. Chanquirguanguan, madre de Chumun Caur, debió ser hija ilegítima del Inca Túpac Yupanqui, ya que ella no llevaba el apelativo de Palla, sino que su nombre debía corresponder al de la provincia de donde era natural su madre o concubina del rey. Esto se deduce de las observaciones que hace el Inca Garcilaso de la Vega (1980: I, 68) sobre las costumbres de filiación[3] y nombres prehispánicos, a las que añade:
Estos nombres y renombres daban a la descendencia de la sangre real por línea de varón, y en faltando esta línea, aunque la madre fuese pariente del Rey, que muchas veces daban los reyes parientas suyas de las bastardas por mujeres a grandes señores; más sus hijos y hijas no tomaban de los apellidos de la sangre real ni se llamaban Incas ni Pallas, sino del apellido de sus padres, porque de la descendencia femenina no hacían caso los incas (69).

Cuando ocurre la invasión española estaba a la cabeza del Reino Chimú el gobernante Guaman Chumu, cuyo nombre se someterá al vivo contacto con la lengua española, como se verá en el siguiente acápite. 


2.   En torno al nombre del cacique Guaman Chumu.
Según Ernst W. Middendorf, los chimú hablaron una lengua – quizás llamada por ellos muchik o lengua moche – distinta de la lengua oficial de los incas y del aimara, tanto en la fonética de muchas consonantes y vocales, así como en las formas gramaticales, la morfología y la sintaxis; los españoles, siguiendo la tradición inca, los apoderaron chimú, pero no se sabe si era el valle, o sus habitantes o el personaje real o curaca que los gobernaba cuando fueron atacados por los incas (1959: 122).  Por otro lado, Cerrón-Palomino tras estudiar algunos aspectos externos de la lengua mochica (referentes a su localización geográfica, su designación, su correlación histórico–cultural y su filiación lingüística) llega a comprobar que entre los chimú existieron otras lenguas totalmente ajenas al mochica, como la lengua quingman, expandida en Trujillo (1995: 23–49), que sería la lengua que hablaron los descendientes chimú. 
Sobre la naturaleza de los vocablos del nombre del cacique Guaman Chumu presentaré a continuación algunas hipótesis, partiendo de la idea de que este antropónimo está conformado – si respetamos la forma como aparece escrito en la Crónica Anónima de 16041610  – por dos vocablos: Guaman y Chumu.
2.1       El vocablo Guaman.
Este primer vocablo debió ser de origen inca, lo cual puede explicarse debido al hecho de que cuando vivía el gobernante Guaman Chumu ya se había producido la invasión incaica y, por tanto, la incursión de la lengua de los incas entre los hablantes chimú. El vocablo Guaman se compone de dos sílabas: ‘gua’ y ‘man’, si se sigue la morfología castellana de la época, presente en los que trasncribieron las lenguas amerindias al castellano. La sílaba ‘gua’ conforma muchos antropónimos como topónimos de las lenguas aborígenes registrados por los cronistas españoles. Por ejemplo, Betanzos en Suma y Narración de los Yngas ([1551] 1987) nombra a ‘Mama Guaco’ y ‘Guanacaure’, así como Sarmiento de Gamboa en su Historia de los Incas ([1572] 1942) nombra a ‘Yaguar Guaca’, ‘Mama Guaco’ y ‘Guanacancha’; también Cabello Valboa en su Miscelánea Antártida ([1586]1951) escribe ‘Yaguarguaca’, ‘Mamaguaco’ y ‘Guanacauri’; y el padre Acosta registra en la Historia Natural y Moral de las Indias ‘Yaguarguaque’ ([1590] 1962); sin embargo, el Inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales de los Incas ([1609] 1980) registrará los mismos nombres con la ortografía que considerara correcta: ‘Yahuar Huacac’, ‘Mama Ocllo Huaco’ y ‘Huanacauri’, transcripción que justifica en su libro:
El nombre ‘guano’ se ha de escrebir ‘huano’, porque, como al principio dijimos, no tiene letra ‘g’ aquella lengua general del Perú: quiere decir estiércol [...] Deste paso y de otros muchos que apuntaremos, se puede sacar lo mal que entienden los españoles ese lenguaje, y aun los mestizos, mis compatriotas, se van ya tras ellos en la pronunciación y en el escribir, que casi todas las dicciones que me escriben desta mi lengua y suya vienen españolizadas, como las escriben y hablan los españoles, y yo les he reñido sobre ello (1980: II, 174).

El mismo Inca Garcilaso de la Vega menciona ya el vocablo huaman, refiriéndose a una clase de ave:

(1) “Hay halcones de muchas raleas; algunos se asemejan a los de acá y otros no; en común les llaman los indios ‘huaman’ ” (1980: III, 121).

(2) “...y otros tantos halconcillos, de los que por ser tan lindos, han traído muchos a España, y en ellas les llaman ‘aletos’ y en el Perú ‘huaman’ ” (1980: III, 170).

Esto nos lleva a deducir que el vocablo guaman del antropónimo en cuestión sería una variante del vocablo huaman.

2.2       El vocablo Chumu.
De este vocablo no he encontrado registro alguno en forma autónoma en ningún documento colonial o crónica historiográfica, así como tampoco en ninguna lista[4], gramática o vocabulario del quechua, aymara ni mochica.  En su Arte de la lengua Yunga Fernando de la Carrera tampoco registra vocablo parecido o semejante ([1644] 1939).
Independientemente de la lengua sustrato que precediera al registro del vocablo Chumu por un cronista anónimo, es muy probable que fuera tomado de una de las lenguas prehispánicas de la costa norte y registrado bajo un criterio ortográfico español. Sobre su significado no se sabe nada, cuestión que podría entenderse extendiendo a la nobleza chimú la acotación del Inca Garcilaso respecto al significado de los nombres de la realeza inca, de las cuales dice: “no sé que signifiquen, porque son nombres de la lengua particular que los Incas tenían para hablar ellos entre sí, unos con otros, y no de la general que hablaban en la corte” (1980: III, 222).
En cuanto a la pronunciación de este vocablo se puede seguir también al Inca Garcilaso para encontrar una posible explicación a su transcripción. Si se toman en cuenta las críticas que hace el Inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales de los Incas respecto de la mala pronunciación por parte de los españoles de la lengua general del Perú, se puede observar cierta tendencia entre los hablantes de español a aperturar, por ejemplo, la voz indígena transcrita por Garcilaso como /cu/, hacia una hispanizada /co/, como muestran los siguientes ejemplos:

(a) “No será razón dejar en olvido la yerba que los indios llaman cuca y los españoles coca, que ha sido y es la principal riqueza del Perú...”(1980: III, 109).

(b) “Creo que el tigre se llama uturuncu, aunque el padre Maestro Acosta da este nombre al oso, diciendo otoronco, conforme a la corrotela española; no se cuál de los dos se engaña; creo que su Paternidad”(III, 119).

(c) “Hay otras aves que también se pueden poner con las de rapiña; son grandísimas; llámanles cúntur y los españoles cóndor” (III, 121).

Por otro lado, ya Fernando de la Carrera había advertido en el Prólogo de su Arte de la lengua yunga [1644] que existía una vocal “que los indios tenían de más” y que faltaba en el abecedario español, por lo cual él recurría al diptongo latino <æ> para representarla. Por su parte, Cerrón-Palomino observa que muchas de las voces que en la primera documentación de la lengua mochica (Rituale seu Manuale Peruanum [1607]) de Luis Gerónimo de Oré aparecen indistintamente con ó con , Fernando de la Carrera las escribe en su Arte… [1644] con <æ>:

Oré                            Carrera
çoputo                        çæpæt                        ‘tres’
noputof                      nopætof                     ‘son cuatro’
onuco             onæ                            ‘uno’
ñofun              ñofæn                         ‘hombre’ 
(Cerrón-Palomino 1995:77).
           
Por tanto, de todas estas observaciones se puede suponer que el vocablo Chumu se pronunciara como y que fuera registrado por algunos como /chumu/ y por otros como /chumo/, hasta quedar en la última forma, como muestra también la tendencia en la pronunciación española de vocablos hispanizados de voces indígenas en los ejemplos citados.
A ello podría agregarse otra anotación del mismo Cerrón-Palomino respecto a que dada la práctica ortográfica inaugurada por los lingüistas del Tercer Concilio Limense (1582 – 1583), afanados en elaborar un quechua general, se dejará sin representación autónoma a aquellos fonemas cuya notación requería de diacríticos especiales (1995: 78); observación que puede hacerse extensiva a una reducción que se produciría también en otras lenguas prehispánicas, como el caso de la grafía <æ> utilizada para las transcripciones de la lengua mochica o de la lengua quignam.



3.         Preservación de los apellidos prehispánicos.
La preservación de la dinastía chimú – y así, de los nombres de sus gobernantes y descendientes – no sólo fue posible por la política de tolerancia parcial frente a las culturas vencidas practicada por los incas[5], sino porque la Corona española misma dictaminó además algunas leyes que permitirían la preservación de los beneficios de grandes señores de las culturas prehispánicas, como fue el caso de los ‘caciques’.  En 1557 una ley disponía que quienes en tiempos “de su infidelidad” habían sido Caciques, o Principales descendientes de ellos, no perdieran sus títulos, “para no hacerlos de peor condición” a causa de la llegada de la Religión Católica. Otra ley de 1576 disponía que sucedieran en los cacicazgos sólo los que fueran indios, y no mestizos (Recopilación [1971] 1943: 246), quizás para evitar que finalmente los caciques fueran despojados por españoles advenedizos o criollos.
Sumado a esto, un factor a favor aún más decisivo en la conservación de los antropónimos de los Caciques, de sus descendientes y de los indios de los repartimientos y encomiendas resultará el hecho de que la política económica española exigió registros del control económico de sus colonias. Ese aspecto se puede rastrear no sólo en la dación de leyes o disposiciones en torno al tema (Instrucciones[6], Ordenanzas, Provisiones, etc.), sino en la aplicación de las mismas en la práctica (Registros hechos en Visitas civiles, Tasas y Retasas de las encomiendas, etc.).
            Así lo estipulará también el mismo Virrey Toledo en muchas de sus Ordenanzas dictadas entre 1569 y 1581, aunque por otro lado, dictara a su vez otras implícitamente en contra de la preservación de los antropónimos  prehispánicos:
Ordenanza XIII.- […] Item, por cuanto los indios é indias ponen á sus hijos sobrenombres conforme á los ritos y agüeros que tenían en tiempo de su infidelidad y del Inga, poniendo á algunos de ellos sobrenombres de la Luna y otros pájaros, animales, piedras, sierpes y ríos, que cuando los paren sus madres, se les ofrece á la vista y memoria. Mando, que de aquí adelante no puedan poner sobrenombres á sus hijos, sino de los de sus padres, ó madres, ó abuelos, so pena que serán gravemente castigados ellos y los caciques que lo contrario hicieren: y encargo al sacerdote de la doctrina, que en ninguna manera lo consienta, y al corregidor de los naturales que los castigue (Levillier 1929: 365).

Por su parte, el Tercer Concilio Limense de 1583 prescribirá el seguimiento de los patrones de filiación occidentales, lo cual a la larga contribuirá a la extinción de muchos antropónimos en lenguas aborígenes:
Capítulo 11: De los nombres de los indios. / Para que no se cometan demasiadas equivocaciones con el bautismo y el matrimonio al repetirlos indios desconocidos, se prohíbe en general que lleven los nombres de su gentilidad o superstición y se ordena que a todos se les impongan en el bautismo los nombres cristianos habituales que han de conservar también entre ellos. Para distinguirse unos a otros, han de conservar los apellidos, paternos los varones y maternos las mujeres (Lisi 1990: 133).

De esa manera, los indígenas serán bautizados con nombres occidentales y sus nombres de origen prehispánico se convertirán en sus apellidos; así se registra, por ejemplo, en el testamento de Antonio Chumbi Guamán (Mansiche, 13 de setiembre de 1679), donde los caciques se llaman Sebastián y Miguel; además se sigue la costumbre española de apodar ‘el Viejo’ al padre, para no confundirlo con su hijo, quien pudiera llevar el mismo nombre y apellido: 

(a)  Yten declaro otra suerte de tierras más arriba, que está habido pleito con don Sebastián Guamán Chumo” (Vega Cárdenas 2008).

(b)  “tengo otra suerte de tierras llamadas Balmini en el valle de Nasape y por otro nombre Conache, como parecerá por la ejecutoria, que lindan con las tierras de Miguel Guamán Chumo, el Viejo” (Vega Cárdenas 2008).

Finalmente, ambos vocablos huaman y chumo quedarían con el paso del tiempo fusionados en una sola palabra, puesto que, contrario al uso español, no se trataba de un apellido materno y otro paterno, sino que se tomaría como apellido de un único cacique y de su descendencia: Huamanchumo.


4. Propuestas finales.
No sólo la lectura curiosa de textos  historiográficos en torno al descubrimiento y conquista del Perú, sino la revisión especializada de documentos almacenados en diferentes archivos históricos, resultan motivadoras para iniciarse en los caminos de la Onomástica de antropónimos prehispánicos; sin embargo, tarea necesaria constituiría todavía indagar entre los no tan viejos registros de inmigrantes chinos y japoneses, por ejemplo; o emprender la investigación de campo entre las lenguas ágrafas que aún perviven en las regiones amazónicas de nuestro país.   En la medida en que se conozca la naturaleza plurilingüística que se esconde detrás de tantos apellidos peruanos  - como es el caso del nombre revisado en este nota- , se podrá reconocer la importancia de este tipo de estudios como aporte decisivo para la ampliación de los criterios de fundamentación en cualquier ciencia humana que se encargue del estudio de la cultura peruana.






BIBLIOGRAFÍA

ACOSTA, Padre Joseph de. Historia Natural y Moral de las Indias.  México, Buenos Aires, 1962.
BETANZOS, Juan de.   Suma y Narración de los Yngas [1551].  Madrid, Atlas, 1987.
CABELLO VALBOA, Miguel.   Miscelánea Antártica [1586].  Lima, Instituto de Etnología, 1951.
RECOPILACIÓN Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias..  [Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, mandadas imprimir y publicar por la magestad católica del Rey Don Carlos II. Nuestro Señor. Madrid, 1791] Tomo II. Madrid, Consejo de la Hispanidad, 1943.
CARRERA, Fernando de la.  Arte de la lengua Yunga [1644].  Tucumán: Radamés Altieri, 1939.
CERRÓN-PALOMINO, Rodolfo.   La lengua de Naimlap (Reconstrucción y obsolescencia del mochica).  Lima: F.E. P.U.C.P. , 1995
CIEZA DE LEÓN, Pedro. La Crónica del Perú. Colección Crónicas de América, 4. Manuel Ballesteros (Ed.).  Madrid, Historia 16, 1985.
DÁVILA HERRERA, Carlos.   “Presencia y Vigencia Mochicas”, en: Diario El Peruano. Sección ‘Tribuna Libre’. 05. Set. 2001.
DE LA VEGA, Inca Garcilaso. Comentarios Reales de los Incas. Tomos I, II, III.  Lima: Ed. Universo, 1980.
KAUFMANN DOIG, Federico. “El Perú Antiguo”, en: Historia General de los Peruanos – Tomo I.   Lima: Peisa, 1979.
LAFAYE,  Jaques.  Los conquistadores. Figuras y escrituras.  México D.F. : F.C.E. , 1999.
LEVILLIER, Roberto.  Gobernantes del Perú. Cartas y papeles. Siglo XVI. Tomo I. Madrid: Sucesores de Rivadeneyra S.A., 1921.
--------- Ordenanzas de don Francisco de Toledo (1569 – 1581). Madrid: Imprenta de Juan Pueyo, 1929.
MAYER, Eugen F. Chan-chan. Vorspanische Stadt in Nordperu.  München: Verlag C.H. Beck, 1982.
MIDDENDORF,      Ernst W. “Muchik” (Traducción del Cap. III de Die Einheimische Sprachen Perus.) Lima: s. i. , 1959.
SARMIENTO DE GAMBOA, Pedro Historia de los Incas. Siglo XVI. Buenos Aires: Emecé Editores, 1942.

ORÉ, Luis Gerónimo de. Rituale seu Manuale Peruanum […]. Neapoli: Jacobum Carlinum et Constantino Vitalem, 1607.

VEGA CÁRDENAS, Carlos Alberto y Miguel Adolfo. “Testamento de Antonio Chumbi Guamán, Principal del pueblo de San Salvador de Mansiche”. Historia Documental de Trujillo del Perú [en línea]:  , 04. Julio 2009.
ZEVALLOS QUIÑONES, Jorge Cacicazgos de Trujillo. Trujillo: Gráfica cuatro S.A., 1992.






Cómo citar este texto:

Huamanchumo, Ofelia (2009) “Lenguas, apellidos e identidad en el Perú” (Nota). Tintero Indiano [en línea]: , (fecha de consulta).





[1] Existen además numerosos datos cartográficos del siglo XX que ubican al noroeste del Palacio Tschudi en el complejo arqueológico de Chan Chan una sección denominada ‘Huamanchumo’.
[2] Según un testimonio recogido por el antropólogo Carlos Dávila Herrera en su artículo “Presencia y Vigencia Mochicas” (2001) la lengua mochica que aún se hablaba en Etén en las primeras décadas del siglo XX “parecía chino”, de ahí que algunos postulen la influencia de las lenguas chinas en ciertos antropónimos de la costa norte del Perú: Xailón, Jaylón, Ayllón, Suyón o Zu-yón.
[3] Cabe señalar que los criterios de sucesión en los gobiernos prehispánicos no suponían el traspaso del poder de padres a hijos, lo cual al parecer sería extensivo a la asignación de los nombres, es decir, el apellido no siempre se heredaba; de ahí que se explique por qué el hijo del cacique Sebastián Guamán Chumo se pueda llamar don Rodrigo Cuajuchi todavía hacia 1679, como se menciona en el testamento de Antonio Chumbi Huamán, Principal del pueblo de San Salvador de Mansiche (Vega Cárdenas 2008). Esto podría tener relación con el apelllido del 14° gobernante, hijo de Guaman Chumu, cuyo nombre parece estar conformado de dos voces, según la transcripción de Kauffmann Doig: anco’ y ‘coyuch’, la segunda de las cuales podría ser una variante de ‘cuajuchi’.
[4] El antropólogo Jorge Zevallos Quiñones dio a conocer topónimos y antropónimos en sus estudios sobre los cacicazgos de la costa norte, en ninguno de las cuales aparece el vocablo Chumu en forma independiente, sino sólo en los antropónimos de gente noble chimú: Huaman Chum (en el Cacicazgo de Huamán), Huaman Chumu (en el Cacicazgo de Mansiche), Huamanchumo (en el Cacicazgo de Moche, y de Virú, antes Guañape), (Zevallos 1992). Sobre su signifcado no se sabe nada, cuestión que valdría observar bajo la acotación que hiciera el Inca Garcilaso de la Vega sobre el significado de los nobles Incas.
[5] Sobre la rendición del gran Chimú y la benevolencia del Inca vencedor, véase en Garcilaso el capítulo XXXIII del Libro Sesto: “Pertinencia y aflicciones del gran Chimú, y cómo se rinde” (1980: II, 185-187).
[6] Francisco Pizarro muy tempranamente ya estipulaba en la Instrucción (del 4 de junio de 1540) que dio a Diego Verdejo para la Visita que había de hacerse desde Chicama hasta Túcome que se registraran los nombres de pobladores: “cada cacique de por si con sus indios e subjetos” y lugares de la región (Levillier 1921: I, 20).  Lo mismo se observa en la Provisión en que se declara la orden que se ha de tener en las tassaciones que se han de hazer en los repartimientos de Indios, año de 1551: “Y ansi declarado lo que deven pagar, hagan un libro de los pueblos y pobladores y tributos que ansi declaraban” (Lafaye 1999: 176 – 177).

Publicado por Ofelia Huamanchumo De la Cuba.